A partir de esta semana, por ley, todos los vehículos nuevos que sean comercializados en Chile, deberán tener incorporado el sistema de control de estabilidad. El ESP, por sus siglas en alemán, será obligatorio tras un año de marcha blanca.
Estos estándares de seguridad no son nuevos, de hecho, desde octubre del 2021, en el país, los vehículos cero kilómetro deben regirse por esta normativa. Es decir, los modelos livianos y medianos, de hasta 2.700 kilos, deben contar de fábrica, con el sistema antibloqueo de frenos ABS.
A su vez, la incorporación del control de estabilidad, empezó a ser exigida en vehículos homologados y a un año de esta medida, será exigido en los autos nuevos. En consecuencia, según La Tercera, las marcas tendrán que sacar del mercado los modelos que no lo incluyan.
Sin duda que esta nueva normativa no es nueva a nivel mundial. De hecho, el control de estabilidad, es obligatorio en Europa desde el 2014. Esto ha evitado casi 15 mil muertes en accidentes de tránsito.
¿Cómo funciona el control de estabilidad?
Su funcionamiento es automático. El sistema permite frenar de forma selectiva algunas ruedas del vehículo que se encuentren en situación de peligro y aún más cuando existe riesgo de adherencia.
El ESP está incorporado en el 82% de los vehículos comercializados en todo el mundo. Esto permite que la información procesada por las señales, chequeen hasta 25 veces por segundo el que la dirección deseada sea real y en la que corresponde. De no ser así, se activa el sistema del control de estabilidad